En España, la búsqueda de equidad de género ha sido fundamental en los últimos años, aunque encontrar ese equilibrio sigue siendo un desafío.
Algunas medidas destinadas a favorecer la integración pueden acabar generando más discriminación. Un ejemplo es el complemento de maternidad, que ofrecía un aumento de la pensión a las mujeres, pero se percibía como discriminatorio para los padres.
Para abordar esta situación, se modificó como «complemento de brecha de género», permitiendo que los hombres también accedieran si demostraban haber cuidado a sus hijos. Sin embargo, este cambio sigue generando controversias y dudas entre los jueces.
Algunos consideran que las exigencias para que los hombres accedan al complemento son discriminatorias, ya que no se aplican a las mujeres. Esta disparidad ha llevado a diferentes decisiones judiciales, incluso dentro del mismo tribunal. Para abordar esta inconsistencia, se ha presentado una solicitud ante el Tribunal Supremo para unificar criterios.
Mientras tanto, la brecha de género en las pensiones sigue siendo evidente, con una diferencia significativa entre las pensiones de hombres y mujeres. Este problema subraya la persistente brecha salarial y la necesidad de abordarla de manera efectiva en lugar de empeorar la situación.