Una empleada de La Bufanda S.L. fue despedida tras fracturarse el escafoides, a pesar de su buen desempeño sin quejas previas.

Tras llevar el caso a los tribunales, el Juzgado de lo Social declaró el despido improcedente, ordenando la readmisión o una indemnización. La trabajadora apeló, alegando discriminación por enfermedad.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña respaldó su reclamación, considerando nulo el despido. La empresa fue condenada a pagar una indemnización de 7.500 euros.

El tribunal destacó la falta de justificación del despido por parte de la empresa y la clara discriminación por razón de enfermedad.